La alegría muda de Mario

Hoy, 31 de mayo de 2011, día en el que se empieza a publicar este blog, soy más feliz que hace un año. Mi niño Mario tiene autismo pero mirarle a los ojos cada mañana es una bendición.



sábado, 3 de septiembre de 2011

Mamá, ¿en el cielo es siempre de día?




La petite ha empezado su nueva guarde. De momento va una hora diaria y los dos primeros días han sido duros, porque da mucha pena dejarla llorando  y recogerla igual, pero además con hipo. Del disgusto el primer día no quiso comer, sólo dormir en cuanto llegó a casa. Y no sé si del enfado o de la pena, hemos vuelto al biberón de mitad de la noche, que abandonamos allá cuando Leyre tenía 6 meses. Son muchos cambios para ella, porque también ha empezado la terapia en el centro base y no le gusta nada, nada….!nada!

Últimamente también llora como una loca cuando le queremos cortar las uñas. Me da miedo, porque aunque seguro que les pasa a muchos niños, el pánico a cortarse las uñas es muy característico del autismo, igual que el terror a cortarse el pelo (se cree que porque los niños sienten que no les volverá a crecer) y hoy por hoy estamos alertas para detectar cualquier indicio de cualquier cosa.

A Mario le queda una semana nada más para empezar su cole nuevo. Me da que se adaptará de maravilla. Sigue a su ritmo de aprender sílabas, hay que repetirlas muchas veces y a veces nos mira y nos dice una palabra, y la repite viendo que no le entendemos y aunque hago un rápido barrido por mi neurona para detectar qué quiere decir, la mayoría de las veces no logro asociar su sonido a nada conocido. Entonces me observa, se tumba en el suelo y se queda mirando el cielo:

“Mamá, ¿en el cielo es siempre de día? Porque estoy aquí viendo las nubes moverse, un avión que se cruza en el aire, dos pájaros sobresaltados que escapan de un tejado, un globo rojo que se le ha escapado a un niño…y el cielo siempre es blanco, o azul, o gris. Me gusta el cielo, mamá, siempre es previsible, siempre está ahí y en el cielo…en el cielo es eternamente de día”.

1 comentario:

  1. Aveces sueño que mi niña me habla y me habla,y es tan real que cuando despierto me entra un poco de frío, pero me pasa enseguida.

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